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El Real Zaragoza se desnorta en Oviedo

Trece años después no se repitió la historia. El Real Zaragoza perdió en su vuelta al Carlos Tartiere y no encontró en esta ocasión un punto de inflexión en su devenir. Hace 12 años más uno, el equipo que dirigía Paco Flores se anotó la victoria y encontró su rumbo aquella temporada. En esta ocasión no ha sido así. Un solitario gol de Toché al filo de descanso dejó al equipo blanquillo tan tocado que no hubo posibilidad de reacción. Para Lluis Carreras es solo su segundo partido, y por eso no se deja llevar por el pánico, pero muchos aficionados ya saben de qué va esto y vuelven a llevarse las manos a la cabeza.

Una vez más, la mala noticia del resultado (un solitario 1-0) no es la única. El Real Zaragoza volvió a evidenciar que necesita dar un paseo por el mercado de invierno y seleccionar alguna pieza que le ayude a complementar lo que ya tiene. El llamado fondo de armario es uno de los elementos que sí preocupa a Lluis Carreras y el club debe poner la maquinaria a punto para obtener algún refuerzo que se una a la titánica misión del ascenso a primera división.

“Estamos en un tramo en el que no deben entrar las dudas porque esto es muy largo”, decía el entrenador zaragocista tras el partido. Ciertamente, la segunda es más larga que un día sin pan, pero el ascenso requiere constancia. No vale ir a tirones. Tras la dolorosa derrota ovetense, el ascenso directo se aleja nada más y nada menos que a ocho puntos. Exactamente los mismos puntos que separan al Real Zaragoza del descenso.

El partido tuvo poca historia. 94 minutos de pocas ocasiones y escaso fútbol ofensivo. La diferencia, como resulta obvio, es que el Oviedo anotó en la mejor ocasión que tuvo. Ni Ortuño, ni Hinestroza, ni mucho menos Ortí tuvieron su día en lo que a elaboración ofensiva se refiere. Una vez omitidas las intenciones de ataque, el partido se caracterizó por una completa contención en defensa. Normalmente, a muchos partidos les cambia la cara tras el descanso, pero no fue así en esta ocasión. El Oviedo se fue con ventaja a los vestuarios, tras encontrar el éxito en una de sus intentonas con Toché, pero tampoco se vino arriba en la segunda parte.

Sin un dominador evidente, el Real Zaragoza no encontró ideas en ningún momento. Por su parte, los oventenses se conformaron con solventar bien el tema defensivo. De hecho, se lo tomaron tan en serio que no se cansaron de dejar a Ortuño en fuera de juego para desactivar casi la única opción que pilotaban los blanquillos.

¿Pánico?

Tras perder otros tres puntos quedan sensaciones opuestas. La afición lo tiene claro: fue un desastre y hay que encender las luces de alarma. El mensaje del entrenador ya lo hemos mencionado: no es momento para que entren los miedos. Carreras parece no tener prisa, quizás porque todavía se agarra al clavo ardiendo del mercado de fichajes.

A ese respecto, solo cabe mencionar lo de siempre: el Real Zaragoza necesita más artillería arriba. La sombra de Borja Bastón es alargada. Lo malo es que el gol es muy caro, y los que mandatarios maños siguen sin tener muchos billetes en la cartera. Además, lo visto sobre el campo parece indicar que la zona medular también requiere de refuerzos. Veremos qué ocurre.

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