La afición no tiene dudas: el ascenso del Real Zaragoza vuelve a ser un objetivo creíble. Los fichajes han devuelto la ilusión a la hinchada blanquilla.
Unanimidad en el juicio: el Real Zaragoza disputó sobre el césped de Córdoba uno de los mejores partidos que se le recuerdan en los últimos tiempos al cuadro aragonés. La sentencia no llegó solo después del partido, sino que horas después sigue siendo una opinión generalizada entre expertos y aficionados, que ya no cuestionan algunos hechos evidentes como que los fichajes han cambiado la cara del equipo. Por cierto, el Real Zaragoza venció al Córdoba por 0-2.
Se cumplió con lo que se exigía horas (y días) antes del partido en tierras andaluzas: se ha confirmado que las caras nuevas le han dado otra vida al bloque. No solo por el hecho de que ofrecen algunas cosas que no tenía, sino también porque resulta evidente que han elevado la competencia. Ya no hay jugadores con el puesto asegurado y, por ende, ya no hay jugadores acomodados que dan por hecho que jugarán el partido pase lo que pase. Véase el caso de Hinestroza, el ejemplo que mejor personifica esto que decimos.
El Real Zaragoza fue muy superior en Córdoba
Tal y como ocurría en las derrotas, la última victoria no es solo importante por los puntos, sino por el fondo de la misma. Cuando se perdía, se hacía transmitiendo un mensaje preocupante. La afición estaba desnortada y se ponía en entredicho el objetivo clave: el ascenso. Se cambió al inquilino del banquillo y, mientras los fichajes no llegaban, muchos se preguntaron para qué. Pero llegó la revolución invernal y todo ha cambiado. El viaje Córdoba-Zaragoza lo han hecho tres puntos más y un saco de sensaciones positivas.
Se ha conseguido ganar en dos jornadas consecutivas a dos equipos punteros. Vale, el Córdoba contaba tres jornadas sin ganar (ahora cuatro) pero eso no quita para que siga en la cabeza de la tabla y para que ganara en el partido de ida en La Romareda casi sin titubear. Tras vencer a Leganés y Córdoba, los próximos careos se afrontan de otra manera.
Nombres propios se podrían señalar muchos, pero los focos han apuntado a Hinestroza. Por autor del segundo gol de la mañana dominguera y por el hecho de ser uno de los jugadores que mejor han entendido el nuevo mensaje. Sin que nadie lo esperara, el colombiano entró en el once inicial para dejar a Lanzarote en el banco. Llegó en verano como fichaje de relumbrón pero todavía no había conectado al 100%. Carreras le ha transmitido un mensaje que le gusta y le ha recuperado para la causa. Más enchufado que nunca, marcó un gol y ofreció una generosa ración de juego y desborde que llevó al Real Zaragoza a firmar un partido soberbio.
Ilusión
¿Y qué dice la afición? Tras un partido como el vislumbrado en Córdoba, el pulso a la afición solo podía traer mensajes positivos. “El mejor partido en tiempos”, “vuelvo a tener ilusión” o “no ha hecho más que empezar la remontada” son solo algunos ejemplos del nuevo optimismo. La afición blanquilla lo tiene claro: vuelven las opciones de ascenso y vuelve la pasión por la remontada de puntos. Córdoba fue el inicio de otra.