En este momento estás viendo Real Zaragoza: el resurgir

Real Zaragoza: el resurgir

Y con el cambio de sistema, el Real Zaragoza resucitó. Parece que fue ayer cuando todo el mundo hablaba de enseñar al Ranko Popovic el camino de salida de la ciudad, parece que apenas han pasado unas pocas horas desde que las previas de Lugo hablaban de plebiscito al equipo y parece que las manecillas del reloj no se han movido desde que, en un movimiento que ahora ha resultado magistral, el entrenador del equipo blanquillo cambió el sistema del juego, movió las piezas disponible y todo cambió. Se empató el Lugo, se ganó a Alavés con dudas y, a la tercera jornada desde que narramos este cambio, el Real Zaragoza aplastó al Albacete en su casa jugando una primera parte primorosa.

Como si nada hubiera pasado, el equipo se ha situado séptimo en la tabla. Desde esa mítica semana de los desmentidos, nadie ha cuestionado en alto a Ranko Popovic. Y es que lo importante son los resultados.  Cuando se gana, todo va bien. No obstante, la afición de La Romareda siempre pedirá buenos resultados aparejados al buen juego. Buen juego como el desplegado en la primera mitad del choque ante el Albacete. Añoraban los más zaragocistas del lugar unos minutos de juego como los protagonizados en los primeros 25 minutos. Diamanka, Ortuño y Diego Rico metían tres goles, el último de ellos de escándalo, y dejaban el partido sentenciado. Nadie lo esperaba.

Y decimos que nadie lo esperaba porque, hay que recordar, días antes del partido sobre el Carlos Belmonte el Real Zaragoza sufría cada minuto de la semana por las lesiones y las ausencias. Dolía la lesión de Jaime y la de Rubén. Duele la ausencia continuada de Pedro y Mario, que siguen a la espera de obtener el alta médica y se aguanta con resignación la ausencia de los internacionales, Vallejo y Bono, que tienen que cumplir fielmente a la llamada de sus selecciones.  Muchas bajas y muchas dudas. Se hicieron todo tipo de cábalas, Dorca se fue al central y Manu Herrera volvió al portal. Al final, todo esto dio un poco lo mismo porque lo importante era que –en 25 minutos- el Real Zaragoza ganaba 0-3. Los ojos como platos.

Protagonistas

De toda esta situación tiene la culpa el equipo entero, que ajeno a todas las polémicas que se montan fuera de la ciudad deportiva, se entrena como si nada pasara y se dedica a pensar en el siguiente partido de la agenda. Sin llegar a personificar este resurgir en jugadores concretos, es de justicia resaltar dos nombre por encima del resto: Diamanka y Ortuño. Dos hombres que no han hecho ruido, que han esperado su momento y que ahora lo disfrutan. No es para menos. Un gol de Ortuño sirvió para ganar al Alavés, de sus piernas nació el primer gol ante el Albacete y, no contento con ello, subió el 0-2 al marcador. Nadie hablaba de Alfredo Ortuño hace un par de meses, es más, muchos no entendían su llegada. Comenzó la temporada a la sombra de un Ángel que no ha brillado como se esperaba y ha aprovechado como el que más su oportunidad sobre el césped. Del tiempo que le dure este estado de gracia dependerá en gran medida el devenir del Real Zaragoza.

El otro gran nombre, Diamanka, ha tenido que esperar seis jornadas sentado en el banquillo hasta que su oportunidad ha llegado. El cambio de sistema llevaba su nombre y ahora aparece en los listados de jugadores estrella de la jornada. Dice que todavía debe mejorar sus prestaciones ofensivas, y ya se ha puesto manos a la obra. Con el gol frente al Albacete ha comenzado su camino hacia esta meta.

Deja una respuesta