Y la victoria del Real Zaragoza llegó. Con un solitario gol de Ortuño, pero llegó. Y cuando se suman tres puntos, tal como dijo Popovic, todo vale. Y si encima los tres puntos se han sumado en casa, mejor que mejor. El partido del conjunto aragonés frente al Alavés acabó dejando noticias de todos los tipos, incluso después de que los jugadores se retirarán al vestuario. Además de la victoria local, el choque dejó dos lesionados importantes (a los que se tiene que diagnosticar la gravedad de sus lesiones) y una puerta rota en la sala de prensa.
Pero lo mejor es ir por partes. Lo mejor de todo, sin duda alguna, es la victoria del Real Zaragoza. Regusto especialmente bueno dejó en el paladar de Ortuño, que debutó como titular en partido oficial y terminó anotándose el gol de la victoria. Además de ver puerta, el delantero ofreció razones para ganarse un puesto y la confianza de la grada, que terminó terminó satisfecha con la labor del futbolista. Trabajó y luchó sin descanso durante todo el careo, y eso en la grada de La Romareda supone el indulto del respetable.
En cuanto al reparto de minutos, parece unánime el hecho de que el Real Zaragoza fue superior –sin alardes, pero superior- al Alavés durante los primeros 45 minutos del partido. Tras el descanso, el equipo vasco intentó desplegar con más alegría sus armas, mientras que el equipo blanquillo se desinflaba algo más. Un omnipresente Diamanka se encargó de agitar a los suyos en ataque, con buenas respuestas de Hinestroza y Jaime, mientras estuvo sobre el campo. Mención especial al debut de Isaac, que dejó muy buenos destellos en su llegada a la élite.
Pero ocurrieron más cosas. Lo peor, una vez más, las lesiones. Rubén y Jaime se retiraron del campo con problemas en las rodillas. Preocupa mucho lo que puedan decir los médicos del extremo. Se teme que las palabras ‘muy grave’ terminen apareciendo en el parte médico, pero hasta que eso no ocurra no se hacen más cábalas. En el epígrafe ‘lo peor’ también terminó destacando la actitud de José Bordalás, que abandonó visiblemente enfadado la rueda de prensa posterior al partido y terminó rompiendo una puerta de la sala en la que todos los periodistas fueron testigos de su mal momento. Ahora toca llamar al carpintero.
Mala suerte para el Balonmano Aragón
De todos los equipos aragoneses en liza, la cara fue para el Real Zaragoza y la cruz para el Balonmano Aragón. El equipo de Demetrio Lozano no pudo doblegar al Frigoríficos del Morrazo y cosechó una dura derrota. Aunque sería más correcto que no consiguieron vencer a Yeray Lamariano, por el que parece que no pasan los años. Al final del partido, el marcador del pabellón Siglo XXI reflejaba un 26-29 favorable al equipo que visitaba Zaragoza.
Y decimos que duele la victoria porque las cosas no pintaban mal para Lozano y sus soldados en la primera parte, que terminó con ventaja local (17-15). Tras el tanteo de los primeros minutos, el Balonmano Aragón pasó a comandar el marcador mediado el primer acto. Mención especial a Borja Lancina y el ya mencionado Lozano, que mantuvieron vivo al equipo en todo momento gracias al acierto de sus providenciales brazos. Siete y ocho goles –respectivamente- terminaron firmando cada uno al final del encuentro; en porcentajes –que gustan mucho en el balonmano- supone que ambos llevaron al fondo de la red más del 60% de sus lanzamientos. Casi nada.
No sirvió de nada al final. Tras el paso por los vestuarios, al partido le cambió la cara por completo. El encargado de dibujar un guion diferente fue Yeray Lamariano. Él y solo él se encargó de tumbar al equipo aragonés. 22 paradas lo dicen todo, siete desde la línea de seis metros y hasta 14 lanzamientos originados en nueve metros. Cuando un portero de balonmano hace estos números, la victoria es una machada. Con el portal cerrado por completo, el bloque gallego solo tuvo que encargarse de dar la talla en ataque. Dicho y hecho: en el minuto 40 ya gobernaban el marcador con la misma ventaja que el Balonmano Aragón había disfrutado al descanso. Nada pudieron hacer los hombres de azul, que al final vieron escapar los primeros puntos de la temporada solo por tres goles.
