Y con la segunda tormenta, el barco naufragó. La derrota del Real Zaragoza en el campo del Nástic de Tarragona (3-1) detonó finalmente parte de los cimientos deportivos del equipo. Tras una reunión express del Consejo de Administración se decidió que era el momento para un triple despido: Ranko Popovic, su ayudante Vlado Grujic y Ángel Martín González ya no son parte del Real Zaragoza. Los tres se unen al extenso muro de nombres que han caído por el camino. El público dictará sentencia y decidirá si su caída ha sido con honores.
Por el momento, se desconoce por completo el nombre del entrenador que tomará las riendas del Real Zaragoza. No ocurre lo mismo con la persona que ocupará el despacho de la dirección deportiva: será Narciso Juliá, un viejo conocido de la afición que al parecer ya tiene en la cabeza una idea de avanzada de quién se encargará de suceder a Popovic. Es cierto que el tiempo apremia en este tipo de decisiones, pero también es cierto que el nuevo director deportivo tiene unos días de margen para decidir, teniendo en cuenta que el siguiente partido es el 3 de enero.
Luces y sombras
La vida de Popovic en el Real Zaragoza ha estado constantemente plagada de claros y oscuros. Llegó a la capital del Ebro siendo un completo desconocido, con una trayectoria como entrenador en ligas tan pintorescas como la japonesa. Su misión era sustituir a Víctor Muñoz, y para muchos no lo ha conseguido. Deja al equipo con un balance de siete victorias, seis empates y cinco derrotas, fuera de los puestos que dan derecho a disputar la promoción por el ascenso.
Sin duda, su gran momento como blanquillo siempre será el playoff de ascenso de la temporada 14/15. La espectacular remontada ante el Girona y el hecho de quedarse a tan solo seis minutos de subir a primera división reforzó algo su figura. Se confió en su gestión para comandar al equipo desde el principio de temporada, haciéndole partícipe de decisiones de tanto calado como la confección de la plantilla. La llegada de Aria es un claro ejemplo de que estuvo involucrado en los fichajes.
Sin mucho apoyo
A pesar de que a punto estuvo de convertirse en el entrenador que devolvía al Zaragoza a la máxima categoría, el serbio nunca contó con el beneplácito del 100% de la afición zaragocista. Sus controvertidas decisiones a la hora de gestionar los partidos o sus perlitas en las ruedas de prensa han contribuido a que muchos corazones blanquillos se resistieran a sus encantos.
De hecho, Popovic ha lanzado un último recado en su despedida, aunque se entiende que sin maldad: ha pedido “paciencia” para próximo entrenador del Real Zaragoza. Un elemento que, según ha explicado, no se ha terminado de tener con él.
