Tras la marejada que causaron las palabras de Pedro, España quería volver a hablar de fútbol. Y vaya si se ha vuelto a hablar. La selección española se plantaba frente a Croacia con una misión clara: asegurar la primera plaza del grupo y evitar una parte del cuadro de miedo. No lo consiguió: La Roja perdió frente a Croacia en el último suspiro y dejó pasar la ocasión de ser la primera y disfrutar de un camino más fácil hasta una hipotética final. Se vio a una selección vulnerable, aunque nadie dijo que ganar un torneo como este fuese fácil.
Del Bosque no se la jugó y no hubo rotaciones. Ni Casillas, ni Pedro: la misma alineación que le sirvió para maravillar frente a Turquía. Pero no todos los días son domingo, y hasta los campeones tienen sus momentos de flojera. España se adelantó en el marcador gracias a Morata e intentó controlar un partido en el que su rival terminó estando más acertado. El rumbo del partido y del porvenir de la selección española pudo cambiar si Sergio Ramos hubiera metido en la red un discutido penalti. Tiró de galones para lanzarlo y lo falló. Pero Croacia no perdonó y en el minuto 87, cuando se olía el empate, una rápida contra acabó poniendo el 2-1.
¿Qué le espera a España en octavos?
En este sentido las apuestas ya estaban claras: si España era segunda de grupo se enfrentaría a Italia en los octavos de final. Y así será. Los transalpinos ya esperan en el camino, y podrían ser solo la primera piedra de un camino que da un poco de miedo. España ahora se ha metido en el lado del cuadro de Alemania, Inglaterra y Francia, que son los nombres de los rivales que habría que dejar por el camino para llegar hasta la final de París. “Para ganar la Eurocopa siempre hay que derrotar a los mejores. Más pronto o más tarde”, dicen desde la selección.
El España-Italia es uno de los dos cruces de octavos de final que ya se conocen. El otro lo forma Suiza y Polonia. Lo demás, está por ver. Y es que en esta Eurocopa de 24 equipos ya se sabía que las incógnitas iban a estar presentes hasta el último suspiro de la fase de grupos. Ahora falta saber qué pasa con los terceros de grupo, aunque más bien habría que decir que falta saber lo que ocurre con dos terceros de grupo, puesto que Eslovaquia e Irlanda del Norte ocupan ya dos plazas de esta vía y siguen en las quinielas del torneo.
Faltaría pues resolver el porvenir de un puñado importante de selecciones. Y es que el sistema ideado por la UEFA para los terceros de grupos es un auténtico crucigrama complicado de resolver. Albania, por ejemplo, sigue esperando que se despeje el camino y no lo sabrá hasta el último momento. Hasta siete equipos pugnan por las dos plazas que siguen en juego: Islandia, Portugal y Austria en el grupo F y Bélgica, Suecia e Irlanda, en el E. A todos estos hay que añadir a Hungría, que está clasificada pero sin un puesto todavía definido. Como se suele decir: hagan sus apuestas.