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Lo importante era ganar al Oviedo

Ya no se busca el juego bonito. Eso quedará para otro momento. Ahora lo importante es que el Real Zaragoza cierre cuanto antes su presencia en el playoff e intente agotar esta vía para recuperar el sitio que le corresponde en primera división. 

Al final, lo importante es ganar. El Real Zaragoza superó el empate cosechado en El Alcoraz e hizo lo que tenía que hacer frente al Oviedo: llevarse los tres puntos. Una derrota, incluso un empate, hubiera llevado al equipo a lo peor. Ahora, los blanquillos ‘solo’ aspiran a quedarse cuartos –lo que da una cierta ventaja en el playoff- y es de recibo que intenten terminar en dicha posición.

Real Zaragoza y Oviedo se jugaban mucho. Dos equipos con una necesidad evidente a los que solo les valía un resultado: la victoria. Evidentemente, esa presión se notó sobre el campo. Desde el once inicial presentado por Carreras, hasta los cambios a la desesperada del Oviedo. Los tres puntos en juego eran un caramelo demasiado delicioso como para no jugarlos con el cuchillo entre los dientes. Al final, un solitario gol de Guitián fue argumento suficiente para que los locales se quedaran el botín.

Las claves del partido frente al Oviedo

  • Ambos equipos tuvieron su momento. El Real Zaragoza apretó en la primera parte pero, de nuevo, se atascó en la segunda. Lo aprovechó el Oviedo, que tuvo ocasiones para empatar en el segundo acto, sobre todo cuando Generelo apostó por introducir tres delanteros.
  • El once inicial: a algunos les sorprendió que Lluís Carreras apostara al inicio por Diamanka en vez de Javi Ros. Más sorprendió que no lo sacará a lo largo del partido. Al final del choque, cuando el Oviedo jugaba con tres delanteros, el técnico retiró a Lanzarote para sacar a Rubén, un cambio que no terminó de encajar en La Romareda. Al final, Carreras se tuvo que defender de ambas decisiones.
  • Jaime Romero: se le echó de menos. Tras su certera entrada en Huesca, y posterior demostración de que la capacidad de desborde no se le ha olvidado, se podía haber apostado por su presencia.

¿Qué le queda al Real Zaragoza?

Pues el último partido. Y a la última jornada todavía le queda capacidad de sorpresa. Los hombres de Carreras despedirán la liga regular frente al Llagostera, que ya está descendido y lo único que puede buscar es la tradicional victoria para despedirse con buen sabor de boca y darle una última alegría a la afición. El Real Zaragoza afrontará en la cuarta posición este partido. Si gana se mantendrá, si empata podría moverse de ella pero no peligraría el playoff, pero si pierde puede pasar de todo dependiendo de los resultados de otros equipos.

Dice Carreras que una vez el equipo sea de playoff jugará mejor. Es lo que le queda a un Real Zaragoza que, no lo olvidemos, tiene que ascender a primera división por imperativo histórico y emocional. Una jornada más hay que recordarlo: la promoción puede desembocar en primera división.

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