Los juegos olímpicos han abierto la veda y todavía queda mucho por disputar, pero las primeras alegrías ya han llegado, de la misma forma que las primeras decepciones.
Mireia Belmonte abre el medallero de España
Evidentemente, la primera medalla para la delegación española tiene que ser el punto de cualquier balance intermedio. La nadadora español volvió a hacerlo y se convirtió en la primera deportista nacional en llevarse un metal a casa. Lo hizo en los 400 metros estilos, una de las pruebas reinas de la natación en la que se debe dar más del 100% en cada tramo. Se hizo con un bronce agónico que se fraguó en los últimos 50 metros, que según ha relatado la propia Belmonte los hizo prácticamente sin respirar. Solo 15 centésimas le separaron de la cuarta clasificada, que todavía no se explica cómo pudo volar esa medalla.
Otro que ha comenzado su andadura en los Juegos Olímpicos con buen pie ha sido Rafa Nadal. No estaba claro cuál era su estado de forma, ya que no saltaba a una pista a competir desde el 26 de mayo. Su vendada muñeca ha sido toda una incógnita, que ha durado lo que tardó en deshacerse de su primer rival. «Ya lo he dicho. No está a tope», aseguraba el abanderado español en la rueda de prensa posterior. No quiere hablar de su muñeca, solo quiere hablar de luchar por una medalla en una competición donde el favorito número uno, Novak Djokovic, ha quedado apeado en las primeras de cambio. En tenis también avanzan de ronda sin problemas David Ferrer y Bautista. En el cuadro femenino también ganó sin problemas Garbiñe Muguruza, que solventó por un doble 6-2 ante Andrea Mitu su primera cita olímpica.
La tercera victoria a destacar entre el buen papel inicial de los españoles llega desde el hockey. Los chicos del stick han cerrado en las últimas horas una victoria de prestigio ante el mejor equipo del mundo de la especialidad: Australia. Una victoria por la mínima (1-0) pero de altísimo valor. Un triunfo que se fraguó, como sucede en otros tantos deportes, en la defensa, siempre tan importante.
Las primeras ‘decepciones’ españolas
- Mal debut de la ÑBA: Gasol y compañía no tuvieron un estreno precisamente soñado. Perdieron frente a Croacia por tan solo dos puntos. Una derrota que tuerce un poco las sensaciones, sobre todo teniendo en cuenta que los españoles tenían el partido prácticamente atado en la segunda parte. Aún no se creen cómo lo perdieron. No obstante, no se han buscado excusas: «El último cuarto fue horrible», ha dicho un Sergio Scariolo, que tiene claro lo que ahora debe suceder: «Otras veces también perdimos el primer partido y pudimos arreglarlo».
- Fátima Gálvez: la tiradora española a punto estuvo de sumar el segundo metal para la delegación española pero se quedó sin medalla de bronce en un cruel desempate en tiro. Tras hacer un 12 de 15, solo tres fallos le condenaron a la medalla dura del deporte: la de chocolate. Un plato de diferencia en la batalla final con su rival norteamericana hicieron que se retirara entre lágrimas.
- Ni Valverde, ni Purito: España optaba a medalla en ciclismo pero las dos bazas nacionales se quedaron con las ganas. Joaquim Rodríguez se tuvo que conformar con el quinto puesto (diploma olímpico) a pesar de «tener piernas» para colgarse un metal. Valverde no pudo seguir el ritmo y terminó por convertirse en gregario de lujo a pesar de aspirar claramente al oro. En los instante finales, Greg Van Avermaet demostró la calidad que atesoran sus piernas y se fue a por el oro para dejar con la miel en los labios a un Rafal Majka que saboreaba el oro como pocos en esa carrera.
