La grada de La Romareda respira tranquila de nuevo. Contra el Almería se ponía fin a una racha eterna de partidos sin conocer la victoria. La llegada del nuevo entrenador ha aportado cosas diferentes al equipo.
Nadie tenía muy claro cómo podía transcurrir el partido. La llegada de Agné, aunque tuvo que ver el partido desde la parte de arriba del estadio, hizo que todo cambiara. Los sistemas y las decisiones de Milla quedaban a un lado. Era el momento de ver otras cosas. Se siguió a rajatabla el protocolo de cambio de entrenador en el Real Zaragoza: a lo largo del primer partido se examinarían con lupa los cambios entre el actual y el cesado. El más evidente fue el sistema de juego: se pasó del 4-1-4-1 de Milla al 4-4-2 de Agné, un sistema que dicen le viene mucho mejor al Real Zaragoza.
Gracias –o no- al nuevo sistema, Agné se ha convertido en el quinto entrenador (de los últimos 14) que debuta con victoria en el equipo blanquillo. Hubo más cambios, aunque tienen más que ver con la vertiente del carácter. La afición detectó sobre el campo dos factores que echaba de menos hasta hace poco:
- La intensidad sobre el césped: Agné ya lo avisó: el esfuerzo no se negocia en segunda división, donde muchos partidos se ganan a “lo perro”. Bajar los brazos está prohibido aunque el rival se adelante en el marcador.
- Mejor manejo de los tiempos: dicen que el Real Zaragoza se podría haber ido al descanso 3-0. No ocurrió así, pero se ganó igual gracias a la gestión del choque. El gol en contra no derritió a ningún jugador blanquillo, concentrados por completo hasta que el árbitro hizo sonar el silbato tres veces.
Las buenas noticias para el zaragocismo
La mejor conclusión que se puede sacar es que, pese a la crisis, el equipo todavía no debe renunciar a nada. Ni siquiera ha nacido noviembre. Tal y como recuerdan los medios de comunicación en la capital del Ebro, el Leganés y el Alavés tampoco presumían de números a estas alturas de la pasada temporada. Y a la postre se terminaron convirtiendo en equipos de primera división. Quedan 30 jornadas y 90 puntos por sumar.
Las mejores noticias las dejan los nombres. Tras seis jornadas sin ganar, por fin se pudo ver sobre el campo a Cani, Lanzarote, Ángel y Juan Muñoz jugando juntos. Por unos motivos u otros, Milla nunca dispuso de todo este potencial a la vez. El asuntó terminó saliendo bien. Cani y Lanzarote son los señalados por otros equipos como el valor diferencial de esta segunda, y no se equivocan. El futbolista de Torrero es un lujo para esta división. Cuando él no ha estado sobre el campo, se han vivido verdaderas penurias.
Más buenas noticias: José Enrique. Llegó con el mercado cerrado y del paro. Pero su curriculum invitaba a pensar que Juliá había pescado en el lugar correcto. Han pasado varias semanas y el jugador se ha ido adaptando y consumiendo minutos. ¿El resultado? Otro lujo para la vista. «José Enrique, cojo, ha sido de los mejores», ha dicho Angé en la sala de prensa. Palabras que dejan a las claras que en el Real Zaragoza hay mucho talento para explotar. Solo hay que hacerlo.
