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¿Y si se suspende un evento al que he apostado?

Como otros muchos frentes de esta vida, las apuestas deportivas no están exentas de complicaciones y asuntos imprevistos que, en ocasiones, vuelven locos a los apostantes. Si bien es cierto que las apuestas como tal son una ciencia bastante exacta, y con poco espacio a la sorpresa, no deja de ser menos cierto que siempre estamos a merced de los eventos deportivos y estos no son tan exactos como quisiéramos muchas veces.

Uno de los inconvenientes con el que se puede topar cualquier apostante deportivo es la suspensión de un evento al que había apostado. Este supone una perturbación al devenir lógico de una apuesta pero, aunque nos perturbe, puede ocurrir. Técnicamente, si preguntamos a cualquier especialista en reglas, no es lo mismo hablar de suspender que de aplazar un evento. Siendo más papistas que el Papa, habría que hablar de aplazamiento de la apuesta.

Todos hemos vivido en nuestras carnes el aplazamiento de un partido. Los motivos pueden ser varios y de diferente gravedad. Desde el mal tiempo hasta altercados de gravedad que impiden comenzar o continuar un evento. Parece una frase vacía de contenido pero esconde más misterios de lo que pudiera aparentar. Como veremos a continuación, no es lo mismo que el balón haya rodado durante algunos minutos a que ni siquiera hubiera comenzado a rodar.

El protocolo de actuación cuando se suspende un evento es prácticamente idéntico en todas las casas de apuestas: una vez que se ha confirmado el hecho de no poder tener un resultado oficial del mismo, las apuestas se mantienen en suspenso un tiempo prudencial para esperar a la reanudación. Si ese momento no llega dentro de una horquilla de tiempo variable, el dinero de los apostantes vuelve a su cuenta. Con ARABET, esa horquilla de tiempo está unificada para todos los deportes: 30 días. Dentro de esos 30 días la apuesta continúa totalmente vigente. Por tanto, una apuesta solo se considerará nula, con derecho a reclamación del dinero, si superado ese plazo de tiempo nuestro partido no se ha vuelto a jugar.

Pero ojo, que como ya hemos comentado hay matices en este asunto de la suspensión de apuestas. El primer caso ya está explicado: nuestro dinero volver al bolsillo si un evento suspendido no se reanuda en 30 días. La explicación es sencilla: se necesita un resultado oficial y ese evento, para ser válido, se tiene que celebrar en las mismas condiciones en las que se compra la apuesta. Pero hay un segundo caso: existe la opción de que determinados mercados SÍ se puedan confirmar en el caso de que el evento hubiera comenzado. Por ejemplo: el jugador X marca el primer gol o un resultado exacto del primer tiempo. Es decir, aquí también entran en juego los mercados más ‘live’, aquellos que tienen un destino final mientras dura el partido. En esta situación concreta, si el resultado es válido y oficial, la apuesta se puede dar por consumida.

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