Las previsiones de nevadas no empañan la verdadera importancia del partido para el Real Zaragoza. Una victoria sería sinónimo de recortar la distancia que le separa de los puestos de promoción o ascenso directo.
Es el momento: al Real Zaragoza le ha llegado la hora de redondear su espectacular mes de febrero. Tras conseguir 10 puntos de los últimos 12 posibles (lo que le ha valido para ser el mejor equipo de segunda el mes pasado), frente al Alavés debe dar la puntilla al trabajo realizado para avanzar de forma definitiva en su asalto a los puestos de promoción de ascenso a primera. Los números en este sentido acompañan: si los hombres de Luis Carreras se imponen en Mendizorroza y alguno de los tres que están por delante en la tabla pinchan, volverán a los puestos cabeceros de privilegio.
Después de tocar la tierra prometida y llegar al segundo escalón de la tabla, el equipo zaragozano se ha alejado durante 10 semanas de los equipos que al final de la liga lucharán por el ascenso. Tras revolucionar el plantel y hacer un mes de febrero casi inmaculado, se ha recortado la suficiente distancia como para volver a replantear la situación que se vivía en enero, con la afición prácticamente convencida de que el retorno a primera era una quimera. De hecho, desde el vestuario blanquillo hay una voz que no se anda con rodeos en este aspecto: «no debemos tener miedo a la palabra ascenso», ha dicho Culio, un hombre que le tiene miedo a pocas cosas en lo que a fútbol se refiere.
“Defendemos un Club muy grande, histórico, conocido en el mundo entero. Nadie tiene que explicarnos qué significa el Real Zaragoza. Estamos enfocados al cien por cien en ascender y no debemos tener miedo a esa palabra. Nos lo pide el Club y la afición”, aseguraba el argentino delante de los micrófonos de la prensa. Merece la pena poner la cita completa porque, a pesar de que lo diga un recién llegado, estas palabras encarnan a la perfección el espíritu que debe reinar en el zaragocismo.
El Alavés ha empatado tres los últimos cinco partidos
Las apuestas ahora mismo conceden cierto favoritismo a los de Bordalás. El hecho de ser segundo en la tabla suponemos que lo permite. No obstante, parece cierto que es el Real Zaragoza el que llega en más plenitud: ya sabemos que de los últimos cinco partidos ha ganado tres y ha empatado otro; no puede decir lo mismo el equipo vitoriano que ha empatado tres de sus últimos cinco duelos y solo ha ganado uno de ellos, frente al Llagostera a principios de febrero (también es verdad que solo ha perdido dos partidos en casa).
Vista la ubicación del Alavés en la tabla no es de extrañar que se hable de un partido de seis puntos. ”Nos jugamos algo más que tres puntos», ha recordado Ángel, el ya máximo goleador del Real Zaragoza. Y es que una victoria significaría recortar puntos con un equipo de los puestos de ascenso directo. «No tenemos mucho margen de error y ganar en Vitoria sería un paso muy importante para nosotros”, apostillaba.
Si el tiempo lo permite (lleva varios días amenazando nieve), el Real Zaragoza viaja perfectamente consciente de lo que debe hacer.
