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Llega el fin de semana, los eventos deportivos se multiplican y decides que es el momento de gestionar alguna apuesta deportiva. Acudes a tu casa de apuestas favorita, que esperamos que sea ARABET, por la cuenta que os trae, y os situáis delante del terminal. Localizáis el evento que más os gusta, ese del que ya os habéis informado previamente, y desplegáis las decenas de mercados disponibles. Hasta aquí todo correcto. Pero buscando el mercado más atractivo os topáis con una palabra un tanto extraña: hándicap. Y saltan todas las alarmas: no sabéis qué son las apuestas hándicap. Con la lectura de este post, ese problema ha terminado.

Literalmente, la RAE nos dice que el hándicap es “una desventaja o circunstancia desfavorable”, pero las apuestas deportivas ya trascienden incluso a nuestro diccionario y, justo debajo de esta definición de cabecera, nos encontramos con lo siguiente: “en hípica y en algunos otros deportes, competición en la que se imponen desventajas a los mejores participantes para igualar las posibilidades de todos”. Si la apuesta hándicap ha llegado a la RAE, es que algo tiene.

Considerada una de las modalidades de apuesta más complicada de entender en los inicios de este pasatiempo, el hándicap ha ido ganando terreno entre los apostantes, puesto que supone un extra más de emoción. Si las apuestas son el picante para cualquier partido, las apuestas hándicap son el chili mexicano. La emoción de la emoción. Tal y como dice la definición, el hándicap está pensado para darle ventaja al participante que se considera  que tiene menos probabilidad de anotarse la victoria. Algo que ya estaba inventado en los patios de colegio, cuando al equipo en el que jugaban los menos buenos se les dejaba un gol de ventaja. Todos lo hemos sufrido.

Este mercado consiste en pronosticar el resultado final del partido que hemos elegido, pero teniendo en cuenta esa ventaja que le hemos dado, en el caso del fútbol, a uno de los dos contendientes. Por lo tanto, cuando optamos por una apuesta hándicap realmente no nos interesa el marcador final que refleja el marcador del estadio. Lo que nos interesa realmente es el resultado que se hubiera dado teniendo en cuando ese gol (o dos goles) de ventaja ficticia que hemos otorgado a un contendiente.

Con cifras, todo se entiende mejor. Como siempre ponemos de ejemplo al Real Zaragoza, esta vez hemos decidido ir más a lo loco y saltar nuestras fronteras. Si ahora mismo estuviéramos delante de un terminal ARABET y buscamos el partido de FA Cup entre Bradford City y el Aldershot Town, veremos que hay cuatro opciones de apuesta hándicap: 0-1, 0-2 y viceversa. En el caso del hándicap 0-1, estamos dando un gol de ventaja al Aldershot Town. Si optamos por el 0-2, le damos dos tantos ficticios de ventaja. Y lo hacemos porque pensamos que el Bradford City es superior y tiene muchas papeletas de llevarse el partido.

Se disputa el partido y, tras 90 minutos intensos, el electrónico refleja un 1-0 favorable al equipo local. Nuestra intuición tenía razón: iba a ganar el Bradford. Pero realmente no nos interesa lo que pone el acta del partido, lo que nos interesa es que el 0-2 del hándicap + el 1-0 del resultado real nos da un resultado ‘handicap’ de 1-2, lo que significa que en términos de apuestas deportivas, el Aldershot Town ha ganado el partido y nosotros nuestra apuesta hándicap.