Sobre apuestas deportivas hay mucho escrito. Casi tanto como personas en el mundo que gastan algo de su tiempo libre en este tipo de entretenimiento. La expresión que a continuación verá la luz en estas líneas está muy manida, pero es necesario recordarla siempre de vez en cuando: apostar es un juego, hasta ahí todo correcto, pero hay que conocer todas las aristas de su tablero. Solo así nos garantizamos que esta forma de pasar el rato no se convertirá en un mal trago.
Algunas lecciones básicas ya han quedado claras el blog con el paso de las semanas: conocer elementos como el payout o el bankroll son cuestiones clave. También lo es un buen conocimiento del funcionamiento de las cuotas. Todos estos aspectos podrían formar parte –y de hecho lo forman- del manual del buen apostador. Para divertirse apostando, además de hacerlo rodeado de amigos, hay que ser buenos chicos (o chicas, claro) y respetar la tabla sagrada de los mandamientos de este juego.
Obviamente, es una tabla imaginaria, aunque sería grandioso que alguien se animará a crearla físicamente. Si dejamos a un lado los aspectos destacados en el párrafo anterior, nuestra tabla de mandamientos ARABET comenzaría recordando que las reglas del buen apostador dicen que debemos tener muy claro cuánto dinero nos podemos gastar, es decir, de cuántos euros se compone nuestro bankroll. Ese dinero debería salir de nuestros remanentes o de nuestra hucha destinada a las apuestas. Da igual de qué bolsillo salga si dicha cantidad no se iba a destinar a otros fines más importantes. La compra semanal, por ejemplo.
¡La información es muy importante! Ya sabemos cuánto dinero tenemos disponible y es el momento de entrar en harina. Perfecto, pues ahora es el momento de leer. Hay que ser un apostador informado. Todo influye en un partido. Las rachas de un equipo, sus lesiones, la dinámica como local o visitante. Incluso la presión que tienen por ganar. Seguro que ahora mismo apostar por el Real Zaragoza es visto como una buena opción. Pero nadie lo pensaría al inicio de la campaña, plagada de dudas en su juego.
No hay que volverse loco: las apuestas deportivas son divertidas con cabeza. No tiene sentido que fijemos nuestro tope en el 10% o 20% del bankroll y luego perdamos la cabeza con las cuotas más bajas. Las apuestas arriesgadas pueden parecer divertidas, por ese punto de adrenalina que aportan a los partidos, pero tienden a convertirse en un interesante dolor de cabeza si no acertamos. En cualquier caso, para los casos de atrevimiento lo mejor es asegurarnos que podemos tener el refugio del payout, con el que podremos retirarnos antes de tiempo minimizando pérdidas o asegurando ganancias.
¡Ojo con tus equipos favoritos! Hay que tener cuidado con las apuestas que salen del corazón. Lógicamente, siempre tendemos a pensar que el equipo de nuestros amores va a conseguir la victoria, pero no siempre será así y puede añadir algo de peligro a nuestras apuestas. Pero no nos confundamos, no decimos que esté prohibido, ni mucho menos. De hecho, en ARABET os lo ponemos fácil para apostar por el equipo de vuestro barrio o de vuestro pueblo. Solo decimos que dejarnos llevar siempre por los fanatismos puede haceros poner en peligro un porcentaje interesante de vuestro dinero disponible para disfrutar apostando.
